Hay una chica en esta ciudad que, antes de leerse un libro, primero lee siempre el final. Si no le gustan las últimas páginas, lo desecha sin perder un minuto. Y si le gustan, decide darle una oportunidad.
Hay otra chica en esta ciudad que se niega a ver los trailers de las películas. Prefiere entrar en el cine y que la magia haga su efecto, que la sorpresa la abrume… O que la mate de aburrimiento, claro…
¿Cómo es más feliz la vida? ¿Sabiendo los finales o no conociendo siquiera los principios?
La vida avanza y nos regala cada día. Hay días buenos en que la sonrisa se sale de la cara, el suelo parece de seda, las calles se visten de domingo y todas las personas son bellas. Hay días malos en que un mar de lágrimas nos ahoga poco a poco el corazón, los huesos pesan más que ayer, la comida no sabe a nada y el tiempo se arrastra a paso lento. Y el resto de los días pasan casi sin pasar. De puntillas. Se deslizan furtivos, escurridizos, silenciosos. Apenas te das cuenta de que hace un segundo estaban ahí, justo delante. Son ‘días nada’, transparentes, incoloros, indoloros. Días sin más. Días sin menos.
Que la vida no se te pase centrada ni en los días de seda, ni en los días de lágrimas. La clave está en los ‘días nada’. Los ‘días nada’ están llenos de posibilidades, de cosas por decir y de instantes que rebosan infinitos finales. Los ‘días nada’ son la búsqueda del equilibrio entre la pena más honda y la alegría más exultante. Pero los días nada pueden transformarse en Días Todo con un simple cambio: la soledad y la ilusión. No es cursi. Es magia.
Soledad para encontrar respuestas, anotar mentalmente los errores y curar las heridas. E ilusión por los detalles más tontos e insignificantes, pero que para uno mismo marcan la diferencia. Esos que, con la boca pequeña, también nos provocan una sonrisa, casi sin querer. La vida está plagada de ‘días nada’ por descubrir y por explotar.
Quizás conozcamos el final o quizás preferimos sorprendernos con lo que venga. Pero cada día es una oportunidad para tenerlo todo en lugar de que no pase nada.
Para cenar hoy: tortilla de patata. La de mi madre. La mejor del mundo, por supuesto 🙂
Frase del día: «No mires hacia atrás con ira ni hacia delante con miedo, sino alrededor con atención» J. Thurker
Canción del día: Muy apropiada… y bellísima Come rain or come shine – Bill Evans Trio